Washington, 21 dic (Prensa Latina) El exlegislador Jeff Flake llamó a los republicanos que integran hoy el Senado de Estados Unidos a poner al país por encima del partido en el venidero juicio político contra el presidente Donald Trump.
En un artículo de opinión publicado en el diario The Washington Post, el exsenador republicano por Arizona les manifestó a los miembros de la formación roja en ese órgano que ninguno de los logros que han tenido hasta el momento en cargos públicos importarán más que sus acciones en los próximos meses.
Su llamado a los integrantes de la Cámara Alta ocurre cuando todos los legisladores republicanos se niegan a apoyar el proceso en contra del presidente, quien fue acusado el miércoles por la Cámara de Representantes de abuso de poder y obstrucción del Congreso.
Esos cargos responden a los llamados que Trump realizó a Ucrania para que ese país abriera dos investigaciones que podrían beneficiarlo políticamente.
Funcionarios que declararon como testigos en la pesquisa desarrollada en el Capitolio coincidieron en que el gobernante condicionó la entrega de ayuda militar a la nación europea y la celebración de un encuentro con su homólogo Volodymyr Zelensky, a que Kiev anunciara las indagaciones demandadas por Washington.
A pesar de la evidencia recopilada, Trump y sus partidarios sostienen que no hubo nada inadecuado en esa conducta y tildan de cacería de brujas las acusaciones de los demócratas.
En su artículo en el Post, Flake señala que los fundadores del sistema constitucional estadounidense diseñaron su propia arquitectura para frenar los excesos de poder, lo cual es especialmente importante cuando existe un presidente que califica de «perfecto» su comportamiento, cuando no lo es.
Hay miembros de nuestro partido que niegan la realidad objetiva al repetir la frase de que «el presidente no hizo nada malo», apunta el exsenador.
De acuerdo con Flake, si el expresidente demócrata Barack Obama (2009-2017) hubiera actuado igual que el actual mandatario, esas mismas personas que ahora respaldan a Trump «habrían entendido con sorprendente claridad la amenaza que representaba, y habrían sabido exactamente qué hacer».
Es indefendible hacerse eco de los republicanos de la Cámara de Representantes que dicen que el presidente no ha hecho nada malo. Sí lo hizo, agrega Flake, quien estima que ha sido un espectáculo espantoso la disposición de esos congresistas a doblegarse a la voluntad de Trump.
Casi todos condenaron el comportamiento del presidente durante 2016 y se negaron a hacer campaña con él. Pregúntense hoy: ¿Ha cambiado el presidente su comportamiento? ¿Ha crecido en el cargo?, instó.
Para él, la respuesta es obvia, y agrega que el mitin sostenido por Trump el miércoles en Michigan es la medida de que «su lenguaje solo se ha vuelto más vulgar, su desempeño más crudo, y su comportamiento más grosero e inestable».
Si alguna vez hubo un momento para poner al país por encima del partido, es ahora, concluye.